¿Qué pasa si se preparar el té verde con agua hirviendo?
El té verde, una infusión que se bebe sin que el agua hierva
¿Sabías que el té verde es una bebida que se debe beber sin que el agua hierva? Es que el no sólo cambia la composición del agua, sino también de la bebida. En este artículo te enterarás más al respecto de por qué el té verde es mejor a 80 grados.
El té verde, sin ningún lugar a duda, ha ido ganando enteros dentro de la población mundial a fuerza de sabor y propiedades. Son muchas las personas que lo consumen en todas partes, pero, sin embargo, no todos saben prepararlo como corresponde.
¿Cómo es esto? Hace algunos días se habló en este mismo espacio acerca de cómo afecta el agua hirviendo al té. Ahora es el turno de hablar específicamente del problema que supone preparar el té verde a más de 85 grados centígrados, un hecho que incluso tiene una investigación científica de respaldo.
En los siguientes párrafos podrás ver por qué no hace falta usar agua tan caliente para disfrutar un té verde, sino todo lo contrario. Usando agua caliente en su punto justo, verás que consumirás un té verde como corresponde, con su sabor, sus color y sus propiedades.
¿Por qué el té verde no debe beberse con el agua hirviendo?
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Zhejiang (China), la temperatura afecta mucho a las catequinas (sustancias no sólo antioxidantes del té verde, sino también que le dan color, aroma y sabor) cambian notablemente cuando se las expone a una temperatura elevada.
Cuando el té se expone a temperaturas que van entre los 85 y los 120 grados centígrados, el té comienza a cambiar de color, tornándose cada vez más amarillento, oscuro, con menos sabor y, también, van desapareciendo sus catequinas. Y, como se acaba de señalar, las catequinas juegan un rol importante en lo que es el té verde, ya que son una de sus bases organolépticas y de salud.
Este estudio fue realizado principalmente pensando en todos aquellos que beben té listo para consumir (en botellas y otras presentaciones). Este tiene que ser expuesto a temperaturas altas, ya que requiere de un proceso de pasteurización para que las bacterias y otras posibles contaminaciones no afecten. Así es como terminó descubriéndose todo esto y llegándose a la conclusión que el té verde, mucho mejor si se prepara a 85 grados o menos.
Entonces, ¿cómo debe beberse un té verde?
Como siempre se suele decir, con una temperatura cercana a los 80 grados centígrados, con unos dos o tres minutos de reposo y usando un té de buena calidad. Así te asegurarás que tendrás todas sus catequinas, polifenoles y, por supuesto, todo su sabor, aroma y color que le corresponde.
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