Cómo preparar el té blanco para que conserve todas sus propiedades

Consejos prácticos para disfrutar de una buena taza de té blanco

Una de sus características principales es la delicadeza y la frescura de su sabor. En gran medida está dado a época en que se recogen los brotes verdes de la Camelia Sinensis, la primavera. Descubre cómo mantener intacto su sabor y propiedades, a través de este artículo.

El té blanco es la variedad menos procesada y de más delicado sabor, proveniente de la planta Camelia Sinensis. Por esta razón es la variedad que posee más intactos todos los principios activos y propiedades curativas de la planta.

Justamente por ser tan delicada es necesario que tomes ciertos recaudos a la hora de prepararlo para poder conservar todos sus beneficios para la salud y el espíritu.

¿Cómo puedes preparar correctamente el té blanco?

Sigue estos sencillos pasos para lograr conservar al máximo sus principios activos y sacarle el máximo provecho:

Compra té de la mejor calidad que puedas, preferentemente en hojas. Los mejores tés blancos vienen en forma de hojas sueltas. Tienen calidad muy superior y mejor sabor que el té en bolsitas que por lo general es polvo residual. De todas maneras, esta es una regla general.
El tiempo de reposo y la temperatura del agua juegan un papel importante: déjalo reposar entre 3 y 5 minutos en agua muy caliente pero no hirviendo. Al igual que el té verde, al té blanco no es conveniente someterlo al agua hirviendo.
Para un sabor más fuerte, deja reposar durante unos minutos más. Utiliza 2 cucharadas de té de hojas sueltas por taza.
Puedes usar 2 o 3 veces las hojas para extraerle todo su potencial. Estudios médicos demuestran que beber de 2 a 4 tazas de té blanco al día producen mayores beneficios para la salud que solo una taza.
Para maximizar el uso de las hojas de té y que te resulte también más económico, simplemente utiliza las hojas una vez o dos veces más para extraer todos los nutrientes. Cuando vuelvas a utilizarlas nuevamente, déjalas reposar durante varios minutos más que la primera vez.
Crea tu propio ritual de té: simplemente puede consistir en tomarte unos minutos todos los días. Pasa unos momentos de tranquilidad para relajarse y disfrutar de tu té.
Respira profundamente y siéntate en una silla cómoda, con un poco de música relajante. Verás que no solo estás consiguiendo beneficios para la salud sino también será un alivio para el estrés.
Prueba diferentes variedades de té blanco: es bueno probar cosas nuevas. El mundo del té ofrece una amplia gama de opciones para disfrutar y deleitar el paladar.
Si es posible, trata de adquirir los tés blancos de más alto grado, como la variedad Aguja de Plata que es poseedora de 100 % de pureza. Prueba con un nuevo té o una nueva variedad cada mes o cada 2 o 3 meses y verás que poco a poco te conviertes en un catador@ de té blanco.

Regala té blanco, es una excelente y novedosa idea. Se trata de un regalo para la salud. Te sentirás bien sabiendo que estás enriqueciendo la vida de otra persona ayudándolo a conocer el sabor y las propiedades de esta magnífica bebida. Además, una pequeña bolsa de té blanco de hojas sueltas puede durar semanas.