Té frío sin teína: Rooibos helado
Cómo hacer un té Rooibos frío
Una de las grandes ventajas que tiene la utilización de rooibos en lugar de té, es que no contiene cafeína y puede ser consumido por cualquier persona. Prepararlo helado puede resultar perfecto para el verano, como lo verás en la receta.
El rooibos es considerado uno de los mejores reemplazos del té rojo que existen. Se trata de una bebida que nada tiene que ver con las elaboradas a partir de las hojas y brotes de la Camelia sinensis.
El té rooibos es elaborado con las hojas de un arbusto sudafricano llamado científicamente Aspalathus linearis.
Cuenta con propiedades muy similares al té rojo puerh, pero obviando varias de sus contraindicaciones, siendo de principal importancia su ausencia de teína o cafeína.
¿Quieres conocer los beneficios del té rooibos?
Posee valiosos antioxidantes tales como aspalathin y nothofagin que son los responsables en gran medida de los efectos curativos que puede brindarle a la salud.
- Está demostrado científicamente que posee propiedades que ayudan a combatir el cáncer.
- También se han realizado recientemente investigaciones realizadas con animales que apuntan hacia el papel que el rooibos puede desempeñar en la buena salud del corazón.
- Es muy beneficioso en la prevención de la diabetes.
- Es de gran ayuda para combatir el estrés.
- Es muy bueno para el hígado.
- No perjudica la absorción de hierro: el té rooibos contiene bajas cantidades de taninos. Los taninos son polifenoles de las plantas que les otorgan sabor amargo y astringente. Se los señala como los responsables de que la absorción de hierro por parte del organismo, sea baja.
- Después de siglos de uso, nunca no se han registrado efectos secundarios negativos de esta bebida.
Cómo preparar una excita taza de té rooibos helado
Preparar rooibos para consumir durante el día en el verano puede ser una gran idea. Se puede beber bien frío sin ningún problema, resultando ideal para tener a mano en todo momento, ya que es altamente refrescante.
Para preparar un buen té de rooibos helado, no tiene más que colocar un par de cucharadas de hebras en una tetera, a la que añadirás aproximadamente un litro de agua a punto de hervor. Deja reposar unos cuatro minutos y luego lleva a una jarra, que irá directo al refrigerador.
Cuando el rooibos esté bien frío, debes servir. De más está decir, puedes probarlo como te guste: no queda nada mal con limón, menta, zumo de frutas y con tu endulzante preferido. Optar por el rooibos es una genial alternativa para gozar de muchos beneficios, pero sin consumir teína o cafeína.
Si te interesa conocer más aspectos de esta misteriosa bebida, mira este video donde podrás encontrar más detalles sobre la misma:
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