Té negro orgánico, el orgullo de Bolivia
Un té cada vez más buscado
Bolivia nunca se ha destacado por ser una de las potencias en el mundo del té. Pero cierto es que su té negro orgánico viene ganando raudamente una reputación de nivel dentro de los círculos entendidos. Conoce un poco más acerca de esta interesante infusión andina.
¿Te habías imaginado que uno de los tés que se ha puesto de moda dentro de los círculos de entendidos es un té boliviano? Los Andes y particularmente Bolivia, nunca se habían distinguido por obtener un té de máxima calidad. Pero parece que esta variedad orgánica, de té negro de hoja larga está ganando reputación poco a poco. Sigue leyendo y descubre un poco más sobre él...
Características y modo de preparación
Se trata de un té que tiene su cuerpo y personalidad, pero que ofrece una infusión rojiza, con coloraciones ambar y que tiene un cierto tono a frutas y terrosidades por momentos. Es un té realmente muy sabroso, con un aroma profundo y cautivante.
Para prepararlo, lo ideal es darle unos 3-4 minutos de infusión a unos 85-90°. Es cuestión de ir probándolo para darle el punto exacto, aunque así es como se obtienen una buena dimensión de sus sabores más profundos. Si quieres más suave, pues le das menos infusión.
Es un té perfecto para el desayuno, aunque ya debes saber que el té negro, y más uno gentil como este, va perfecto para cualquier tipo de horario. Puedes tomarlo por la tarde, sin necesidad de agregarle azúcar, leche, ni nada. Disfruta de sus sabores y aromas y déjate llevar por esta pequeña maravilla orgánica de tierras bolivianas.
¿Cómo se obtiene?
En la región de Yungas, a más de 4 mil metros de altura, donde varias familias especializadas en la recolección y posterior producción del té extraen lo mejor de la Camellia Sinensis. La producción es más bien escasa, siendo aproximadamente de unas 20 toneladas anuales. Pero estamos hablando de la producción global de la región, y no específicamente de esta variedad.
La producción del té es orgánica. Es decir, no tiene pesticidas ni fertilizantes químicos mientras se cultiva, cosecha y elabora.
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