Té Darjeeling, el champán de los tés
Un té gourmet del Himalaya
El té Darjeeling, considerado como el Champán de los tés, es el té negro más codiciado. Solo ciertos tés verdes y blancos japoneses y algunos chinos pueden hacer sombra a su prestigio y calidad. Conoce más sobre el té Darjeeling en este artículo.
Darjeeling es una región al pie del Himalaya, ubicada al noreste de la India. Los ingleses empezaron a establecer plantaciones de té en este lugar a mediados del siglo XIX, lo que dio origen al té Darjeeling.
El cruce de ciertas variedades de plantas de té, así como la gran altura media de las plantaciones y sus técnicas de procesamiento, han hecho que este té sea un ejemplo de suavidad y aroma. El Darjeeling es un té de color amarillo pálido en taza, sin amargor, muy aromático.
El té Darjeeling, como todos los tés de origen, debe beberse solo. Añadirle cualquier aditivo, como azúcar, limón, leche, para muchos es considerado un sacrilegio. Estos añadidos solo sirven para disfrazar su sabor especial, que es justamente por lo que es demandado. Es como echarle refresco o soda a un buen vino.
El Darjeeling es ideal para beber como té de las 5 o de la sobremesa, debido a su suavidad. Para el desayuno es más recomendable el té de Assam, otra variedad pura de origen indio, de una zona vecina a Darjeeling, que es famosa por tener mucho cuerpo y sabor malteado. El té de Assam es ideal para tomar con leche.
Estos tés de primera cosecha, cuanto más frescos se tomen, mejores son.
Cultivo y características generales del té Darjeeling
El té de Darjeeling cuenta con un privilegio único: es que la región donde se produce, queda, ni más ni menos, que a los pies del Himalaya, en una altura que oscila entre los 1000 y los 2000 metros.
Las condiciones favorables para el buen crecimiento del té, como la temperatura fresca, el clima húmedo y la cantidad de lluvias anuales hacen el resto. Es que el Darjeeling es, indudablemente, el rey de los tés.
Su color predominante es más bien oscuro, pero según la época de cosecha, se pueden obtener té de coloraciones más doradas. Lo que está fuera de discusión es su sabor y aroma: es frutado por naturaleza y despide aromas únicos.
Si bien suele ser costoso, sobre todo en los casos en los que es elaborado de la manera tradicional, bien vale la pena probar alguno de los tipos de Darjeeling disponibles. Es que, no por nada, en cualquier parte del mundo, hablar del té de Darjeeling es sinónimo de calidad y distinción en tés.
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