El agregado de leche al té

Todo un tema en el mundo del té es el agregado de leche a la bebida. Algunos sostienen que, de este modo, se pierde el sabor original del brevaje y algunas cualidades. Pero otros, por lo contrario, piensan que el té y la leche van muy bien.

La primera mención que existe acerca del agregado de leche al té viene de la mano de Madame de Sévigné, allá por 1680. Y no es de extrañar, ya que algunos tés, como ser los de la India o algunas mezclas británicas, combinan muy bien con la leche y reducen la astringencia de los taninos y la acidez natural que tienen la bebida. El de Assam también se encuentra dentro de esa categoría.

También otra de las cuestiones de debate se da en el cuándo agregar la leche. Algunos dicen que hay que hacerlo antes de servir el té. Es decir, poner la leche en la taza previamente. Pero, por supuesto, también hay gente que prefiere hacerlo después.

Los británicos tienen todo un tema con respecto al agregado de leche, que se extiende a las clases sociales. Los sectores menos pudientes, además de ser partidarios de beberlo siempre con leche, prefieren hacerlo antes de servir el té, mientras que los sectores más acaudalados lo hacen luego. Pero todo esto tendría su razón en el tipo de tazas y porcelanas que utilizan para beber el té. Al ser de menor calidad las de las clases trabajadoras, una bebida demasiado caliente las rompería de inmediato.