Té... ¿y sal?
Una mezcla polémica, pero que puede traer buenos réditos
Habitualmente, el té es una bebida que se toma sola. Como mucho, con algún endulzante. Pero, ¿te habías atrevido a probar el té salado? Esto es algo posible, no sólo a través de tus infusiones, sino también de algunos platos. ¡Lee esta nota y entérate de más!
El té, normalmente, es una bebida que puedes tomar de cualquier forma. Fría, caliente, con frutas, con hierbas, con endulzantes y... ¿con sal? Bueno, así parece. Si bien no es una tendencia oficializada y algunos se animan a probarla, el té salado parece ser una variante con cierta aceptación.
Así como al chocolate y a otros dulces se les añade una pizca de sal (preferentemente marina) para realzar su sabor, algunos también se atreven a ir un paso más allá con sus tazas de té.
¿Te imaginas de tomar tu habitual pu-erh o tu té verde con una pizca de sal marina? Pues para algunos no es una mala idea, en absoluto. Es más, si eres de los que no tienen límites a la hora de tomar el té, no dudes en intentarlo.
Unas pequeñas rocas de una sal de buena calidad en un té, pueden llegar a resultar algo completamente extraño, pero atrayente y cautivante. Eso sí, no cualquier variedad de té la soportará. Olvídate de ponerle a ese blend frutal y más bien pruébala con un té verde suave o con un té rojo.
También se puede emplear el té en comidas saladas. Y doy fé que queda muy bien en un arroz al té verde, un salmón de igual forma, unas gambas y hasta un té azul con raviolis de ortigas, un plato gourmet total.
¿Te animas a probar té con un poco de sal? Si te atreves, no tienes más que hacerlo y luego comentarlo en los comentarios, para saber cómo te ha ido.
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