¿Se pueden mezclar dos tipos de té?
Mezclar dos tipos de tipos de té sin que pierdan propiedades
Una de las preguntas habituales, dentro de los consumidores de té, es si pueden mezclar en una misma infusión, dos o más tipos distintos de tés. Ya sea por sabor o por combinación de propiedades, a muchos les interesa hacer esto. Y lo cierto es que no hay ningún inconveniente en hacerlo.
Si eres amante del mundo del té, seguramente ya habrás probado todas o la gran mayoría de variedades de té y muchas mezclas derivadas de ellas.
Muchos quieren comenzar a experimentar nuevos sabores y sensaciones. Pero también temen que se pierdan sus propiedades. ¿Tú que piensas?
La mezcla de tés no provoca la pérdida de sus propiedades
En general, al té se lo suele beber puro o en blends que surgen de la idea de mezclar alguna variedad de Camelia sinensis con otras hierbas, frutos, flores o semillas.
Pero, todo gran consumidor habitual de cualquier tipo de té, en algún momento, se hace la siguiente pregunta: ¿Puedo mezclar varios tipos de té o infusiones dentro de una misma taza?
Lo cierto es que los tipos de tés más tradicionales no se ven afectados en absoluto, por el hecho de ser mezclados, ya sea entre sí, como con otros tipos de infusiones que no son tés (aunque se los llame así, ya que no provienen de la Camelia Sinensis).
Por eso, puedes jugar libremente a experimentar sabores, ya que no perderán sus propiedades. Todo lo contrario en muchos casos, se potencian.
Ideas de blends deliciosos y con múltiples beneficios
Por ejemplo, la suavidad y el carácter netamente herbal que tiene el té verde puede llegar a ir de maravillas con un poco de menta, conformando el tradicional té moruno.
Por su parte, el té rojo, por ejemplo, puede ser mezclado con alguna hierba más vigorosa o hasta incluso, con un poco de jengibre rallado, cardomomo y canela.
Pero, sin lugar a dudas, la variedad de té que más se presta y es utilizada a la hora de mezclar té, es el té negro. Un clásico de los desayunos: el té English breakfast.
Este té está compuesto por té negro de Ceylán, cascara y aceite de bergamota.
Otra mezcla por demás exquisita, es la siguiente: té rojo, té rooibos, cáscara de limón y canela. Simplemente una delicia para los sentidos. ¡Tienes que probarla!
De todos modos, los puristas del té dirán algo en lo que, quizás, tienen razón: ¿Mezclarías vino tinto con blanco o cerveza rubia y negra? Lo más probable es que no.
Hay ocasiones que se prestan para beber un té puro como puede ser para el desayuno o la merienda y en otras bien vale la pena beber una sabrosa infusión donde se mezclen té o más variedades del mismo, hierbas, y flores.
Al tratarse de hierbas, agua y matices mucho más combinables, todo queda librado a tu intuición y carácter experimental. Solo tienes que intentarlo. ¿No te parece una buena idea?
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