Las diferencias entre una tisana y una infusión
Tisana e infusión: ¿Son lo mismo?
Generalmente se suele denominar de igual forma a la tisana o a la infusión, cuando en realidad son dos cosas distintas. La temperatura del agua, la manera de prepararlas y algunos otros detalles más hacen la diferencia. Conoce cuáles atributos le corresponden a cada una.
A la hora de hablar de bebidas calientes, suelen confundirse asiduamente las palabras tisana e infusión, que son por muchos considerada las mismas cosas, cuando esto no es así. Si bien los procedimientos para prepararlas guardan muchas similitudes, también tienen sus diferencias.
Qué es una infusión: cómo hacer infusiones
Por empezar, una infusión consiste de una bebida que se prepara a partir de agua muy caliente, pero que no ha llegado a hervir. Esta se coloca sobre las hojas secas, flores, granos o lo que fuere que se quiera consumir. Se deja reposar, se tapa, se filtra y se bebe. Algunos buenos ejemplos de infusión son el té, el café, la yerba mate o la manzanilla. Así se prepara una infusión.
Ingredientes
- Agua
- La hierba/planta/hoja/grano que quieras infusionar
Preparación
- Lleva el agua a punto de hervor o incluso unos grados menos. Apaga el fuego.
- Coloca el producto que quieras infusionar en un infusor, una gasa o directamente en la taza. Añade el agua, deja reposar el tiempo que sea conveniente de acuerdo a lo que estés preparando.
- Retira el infusor o cuela y sirve la bebida. De hecho, todo este mismo procedimiento puede hacerse en tetera.
Entonces... ¿Existe diferencia entre té e infusión? Ninguna. El té en sí mismo es una infusión. Solo que se lo llama genéricamente como té porque es la infusión más conocida y difundida, siendo el producto de la Camellia Sinensis. El resto de preparaciones herbales son infusiones al igual que el té, pero que no corresponden ser llamadas como té, sino como manzanilla, romero o lo que estuviese en la taza.
Qué es una tisana: cómo se prepara
Caso contrario, la gran diferencia que existe con las tisanas es que en este caso el agua sí llega a punto de hervor. Incluso lo normal es que varias hierbas que puedan ser parte de esta bebida conlleven varios minutos de ebullición para que el agua interactúe con los principios activos de las plantas en cuestión. Veamos cómo se prepara habitualmente las tisanas.
Ingredientes
- Agua
- La hierba/planta/hoja/grano que quieras hacer tisana
Preparación
- Lleva el agua a punto de hervor y deja hervir.
- Coloca el producto que quieras hacer en tisana. Deja cocer por el tiempo que consideras necesario de acuerdo a la hierba que tengas que preparar.
- Cuela y deja reposar. De hecho, todo este mismo procedimiento puede hacerse en tetera.
Como han podido ver, la diferencia es pequeña pero existe. Es muy común que se confundan estas cuestiones, como también suele pasar con el típico caso de llamar "té" a cualquier bebida caliente, mientras que ese calificativo sólo corresponde a las infusiones procedentes de la camellia sinensis.
El té es una infusión. La infusión es una bebida que se prepara con el agua a punto de hervor o a temperatura inferior, pero nunca con cocción del elemento a infusionar. La tisana es una decocción, donde se somete al hervor a la hoja, hierba o grano que se quiera usar. Tan simple como eso.
Cada una es la modalidad adecuada para según qué preparación. Hay hierbas que necesitan del formato de tisana para liberar sus propiedades. Pero hay otras que con la infusión ya basta, puesto que el exceso de cocción o calor puede afectar negativamente las propiedades.
Ejemplos de tisana
Aquí van algunos tipos de tisanas que puedes preparar en casa.
- Tisana de especias. Las especias, sobre todo algunas que vienen en forma de semilla, necesitan un poco más de estímulo para soltar sus sabores y aromas. Por eso mismo, el método de tisana les suele caer muy bien.
- Tisana de valeriana. Otro ejemplo de hierba que suele prepararse en tisana. Es genial para los nervios.
- Tisana de menta. Si quieres un té de menta bien concentrado, coloca unas hojitas a hervir unos minutos en el agua. Luego le añades alguna fresca más al final para dar más aroma.
Ejemplos de infusión
Ahora, es el turno de conocer algunas infusiones.
- El té blanco. Como todo té, jamás se prepara con el agua hirviendo. A 80° estará perfecto para su delicadeza.
- La infusión de manzanilla. Ideal para los dolores digestivos y también las inflamaciones. No hará falta que la hiervas.
- La infusión de toronjil. Su sutil aroma es mucho más agradable cuando se lo prepara en infusión. Es delicioso.
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